Cuando se educa hay que saber desde dónde se habla

Resumen

Este texto sugiere la conveniencia de entender la educación no sólo desde una perspectiva pragmatista sino de un modo más amplio como experiencia. Para facilitar esta perspectiva se destacan algunos aspectos del libro de Gadamer Verdad y método: la crisis de la transmisión,  la historicidad de la experiencia -el hecho de que todo fenómeno humano, también la educación, tiene que ver con el lugar desde donde es construido-, los límites de la experiencia, los límites del discurso sobre el mundo, la cuestión del estilo. El artículo insiste especialmente en rescatar la conversación en contextos educativos, la conversación entendida como el lugar desde done uno habla y el sentido de lo que se dice y también la dimensión no prevista en lo que decimos. No hay una fusión de horizontes que haga encajar perfectamente los objetivos y los resultados de aprendizaje. Hay que pensar en los flecos, en el rastro que dejan, en lo que se queda fuera de lugar. Por eso, el texto propone una hermenéutica a la intemperie. Otro aspecto del artículo es que la política no nos sirve para entender la educación como experiencia porque la política se ha convertido en una mera gestión administrativa donde no hay otro con quien hablar. Se insiste en la idea de que la educación no puede con todo. Hay una sobreexplotación del sistema educativo. No todo se puede aprender.  Hay cosas que se pueden vivir o que se pueden experimentar pero que no necesariamente se aprenden. Por eso, el artículo propone que el gran reto de la Pedagogía actual es ayunar, dedicarse a dos o tres cosas nada más y hacerlas bien.
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Pagès Santacana, A. (2023). Cuando se educa hay que saber desde dónde se habla. Teoría De La Educación. Revista Interuniversitaria, 35(1), 39–46. https://doi.org/10.14201/teri.29631

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