Clientelas y amistades femeninas en Plinio El Joven

Resumen

RESUMEN: En sus cartas, Plinio presenta una imagen en su mayor parte amable de las mujeres: la caracterización que practica con esas mujeres es claramente positiva, en más de un 70% del total. Ello debe de tener alguna explicación.Creo que no hay otra que la propia naturaleza estilística del género epistolar: Plinio dirige sus cartas a amigos o parientes, y las mujeres que aparecen en ellas están relacionadas familiarmente con esos amigos, son amigas del propio Plinio, o familiares suyas. El 70% de las mujeres citadas están vinculadas al ordo senatorius, y gran parte de ellas son de familia consular. Sólo caracteriza negativamente a algunas mujeres debido a anécdotas judiciales vividas por él, o a que eran familiares o amigas de enemigos de Plinio, o víctimas de los mismos. Por tanto, cabe calificar la caracterización de mujeres en Plinio como «clientelar», dado que todas las menciones parecen responder a las premisas de la relación entre amigos, miembros de los círculos senatoriales, o clientes y patronos.En ese sentido cobra una especial significación el juicio que le merecen a Plinio las mujeres en sus tradicionales papeles de esposa, madre o hija. En general, se observan en este autor unas definiciones de «esposa modelo» y de «hija modelo» muy conservadoras y amantes de las llamadas «virtudes antiguas». Sin embargo, no se menciona a la inevitable Cornelia, madre de los Gracos, en toda la obra pliniana, a diferencia de la de Tácito o Juvenal, y sí se crean nuevos mitos y modelos, quizá más cercanos a la Roma de su tiempo, pero no por ello menos adustos: como esposas, Arria y las de Tulo y Macrino; y como hijas, Minicia Marcella. Son modelos y ejemplos que, junto con Fannia, se presentan a la consideración de las mujeres de la época de Plinio por este autor, para que se siga su senda y se imite su virtud.Este afán ejemplificador, claramente expresado en 7.19, invalida relativamente las menciones a mujeres en este autor como fuente para el estudio de la «situación de la mujer en el Imperio», ya que están viciadas por la necesidad de Plinio de relación con ciertos sectores senatoriales consulares y con sus mujeres, madres e hijas; por los propios odios y amores de Plinio; por su carácter de abogado y sus experiencias en la corte centunviral; y por la necesidad que él siente de legar ejemplos a las mujeres de su época, de las que nos proporciona algunos retratos literarios carentes de toda complejidad y casi todos ellos muy positivos.No de otra forma pueden ser calificados los retratos que presenta de la emperatriz Plotina y de la hermana de Trajano en el Panegyricus: son modelos para su sexo, y sirven para definirlos principales ornatos de la mujer romana: la obediencia ciega al marido, la modestia en el vestido y acompañamiento, la sencillez y el pudor en el trato, la virtud en las costumbres y en la vida doméstica, y la fidelidad tanto al marido como al poder establecido. Su papel político debe reducirse a cero: no deben tomar parte en los problemas sucesorios de los emperadores, puesto que han ser elegidos entre los ciudadanos, como en el caso de Trajano, y su actitud en palacio es menester que sea la de una matrona tradicional romana, nada más.Son las mujeres anónimas y plebeyas de su época las que, como se observa en las menciones generales, muy pocas, aparecen caracterizadas de forma bastante negativa; conclusión que queda corroborada por el análisis del léxico utilizado en las menciones, del que sobresale una cierta crítica soterrada entre tanta loa.Por tanto, en Plinio encontramos una visión amable de ciertas mujeres de sus círculos más cercanos, una idealización de la emperatriz y de su cuñada, un afán ejemplificador en ciertas mujeres senatoriales para uso de las demás, y un cierto trasfondo de crítica social hacia el común de las romanas. Esta crítica se ve reafirmada por la necesidad imperiosa en Plinio de proporcionar exempla uirtutis a esas mismas mujeres. Y es que, si todas en su época fueran tan virtuosas, buenas madres, esposas e hijas –que no lo son si tenemos en cuenta el casi 25% de menciones negativas–, ¿a qué presentar ejemplos, modelos y acciones ilustres representativas de una virtud definida ya como antigua?ABSTRACT: In his letters, Pliny the Younger presents a mostly kind image of women: the characterization practicing with these women is clearly positive, more than 70% of the total. This must be some explanation.I think the explanation is the very nature of stylistic epistolary genre: Pliny addressed their letters to friends or relatives, and women who appear in them have family relations with these friends, are friends of Pliny himself, family or theirs. The 70% of women cited are linked to ordo senatorius, and many of them are consular family. Pliny only characterized negatively to some women because of anecdotes judicial experienced by him, or who were relatives or friends of enemies of Pliny, or victims of them. Therefore, it is the characterization of women voting in Pliny as’ client, given that all indications seem to respond to the premises of the relationship between friends, members of the senatorial circles, or clients and employers. In this sense takes on special significance the trial that Pliny deserved to women in their traditional roles of wife, mother or daughter. In general, there are some definitions in this author of «model wife and child model» very conservative and lovers of so-called «old virtues». However, not to mention the inevitable Cornelia, mother of the Gracchi, throughout the Plinian work, unlike that of Tacitus or Juvenal, and it will create new myths and models, perhaps the closest to Rome of his time, but no less severe: as wives, Arria of Tulo and Macrina and as daughters, Marcella Minicia. They are models and examples, together with Fannia, and they are presented for consideration by women from the time of Pliny by this author, in order to continue its path and imitate their virtue.This effort exemplifies clearly expressed in 7.19, invalidates relatively references to women in this author as a source for the study of the «status of women in the Empire», because they are tainted by the need to Pliny relationship with certain senatorial and consular sectors throughout their wives, mothers and daughters, for their own loves and hatreds of Pliny, in his capacity as a lawyer and their experiences in centunviral court, and he feels the need to bequeath examples to women of his time, which gives us some literary portraits devoid of any complexity and almost all of them very positive.There may be otherwise qualified featuring portraits of the Empress Plotina and the sister of Trajan in Panegyricus: they are role models for their sex, and serve to define the main Roman ornate of women: the blind obedience to her husband, modesty in dress and accompaniment, simplicity and modesty in the deal, the virtue of customs and in domestic life, and fidelity to both the husband and the established power. Her political role should be reduced to zero: she should not take part in the inheritance problems of the emperors, as they have to be chosen from among citizens, as in the case of Trajan, and her attitude needed in Palace must be as a traditional midwife Roman, nothing more.They are anonymous women and commoners of his time which, as noted in general terms, very few, are characterized fairly negative conclusion which is corroborated by the analysis of the lexicon used in the entries, which stands some criticism hidden among so much praise.Therefore, in Pliny we find a vision of some kind women of their closest circles, an idealization of the empress and her sister-in-law, a desire exemplified by certain senatorial women for use by others and a certain undercurrent of social criticism toward the common Roman. This criticism is reaffirmed by the imperative of providing exempla uirtutis. Indeed, if all the women of his time were so virtuous, good mothers, wives and daughters –who are not given the almost 25% of negative mentions– what are Plny presenting examples, models and actions illustrious representative under an already defined as old?
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Posadas Sánchez, J. L. (2009). Clientelas y amistades femeninas en Plinio El Joven. Studia Historica. Historia Antigua, 26. Recuperado a partir de https://revistas.usal.es/uno/index.php/0213-2052/article/view/1594

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