La primera monografía de Emma Nicholson resulta ser una aportación de gran erudición desde su misma concepción, cubriendo un vacío académico no tan evidente de los estudios helenísticos en general y de Filipo V en particular. El trabajo no pretende ser un estudio biográfico sobre el monarca, sino “to question our historical understanding of Philip V” (p. 1). Este cuestionamiento es efectuado siguiendo un orden cronológico, abordando la representación de Filipo V en las Ἱστορίαι por medio de la propuesta política, metodológica, estilística e historiográfica de Polibio.
El primer capítulo, “Constructing Macedon and the World Through an Achean Perspective”, desarrolla cómo Polibio impone una visión Aquea en la escritura de los asuntos de Macedonia y sus reyes. El vínculo de Polibio con la Liga Aquea y su líder, Arato de Sición, habilita comprender “how Polybius constructed his image of the Achaean leader and how his political bias affected the interpretation of events” (p. 38). Las argumentaciones de Nicholson sobre el enfoque sesgado de Polibio son minuciosas y bien construidas. Una argumentación que evidencia por qué durante los primeros años del reinado de Filipo V (221-218 a.C.), mientras Arato y el orbe aqueo influyeron sobre el monarca, la opinión de Polibio fue tan abiertamente positiva hacia el rey macedonio.
En el segundo capítulo, “The Darling of the Greeks Turns into a Tyrant”, Nicholson examina el comienzo de la decadencia de Filipo V en las Historiae de Polibio. Este cambio en la percepción viene producido por dos eventos: “the attack on Aetolian Thermum in 218 BC and the Macedonian attempt to seize Messene in 215 BC (Plb. 5.11.7 and 7.13.7)” (p. 59). Nicholson señala con acierto cómo Polibio muta de forma paulatina la representación moral de Filipo a la vez que omite y distorsiona la perspectiva macedonia. El contraste propuesto en la obra entre las informaciones y los eventos facilita al lector entrever la sesgada narrativa de Polibio. Por ejemplo, asocia la brutalidad vivida en el santuario de Termo con Demetrio de Faros, consejero ilirio de Filipo, y exculpó a Arato, o también negó el interés político y militar de Filipo en prevenir la potencial amenaza de la alianza Esparta-Liga Etolia en Mesenia (Peloponeso).
En el tercer capítulo “Philip V and His Greek Allies”, se expone que, a pesar de los esfuerzos de Polibio “the image of Philip V as a hateful, oppressive, and impious ‘tyrant’ emerges more from the literature than it does from the documentary evidence” (p. 103). El cuidado estudio de Nicholson indica que Polibio introduce el falso comportamiento “un-royal” después de Mesenia (215 a.C.). Esta narrativa se genera ya que el de Megalópolis estaba más interesado en entender el éxito de Roma en el 197 a.C. y en justificar el abandono Aqueo en el 198 a.C. que en comprender el equilibrio de poderes que componía la realidad histórica de Filipo y sus aliados griegos. Un equilibrio de poderes protagonizado por el honor, el deber, los lazos afectivos y el miedo a las represalias romanas y/o macedonias.
“Philip and the Romans” da nombre al capítulo 4, donde Nicholson desarrolla cómo Polibio argumenta y justifica que los griegos optaran por Roma y no por Filipo. La narrativa de Polibio presenta una dicotomía ideológica-civilizatoria por medio de la helenidad y de lo bárbaro. El de Megalópolis induce a la audiencia griega a considerar que, entre el 215-200 a.C., la flexible composición ideológica romana estaba más cerca de los principios morales griegos que la propuesta de Filipo, quien pasa a definirse como bárbaro y villano, especialmente entre el 203-200 a.C. Hay que destacar los esfuerzos de la autora por presentar de forma nítida la dicotomía bárbaro-griego (p.176-182) y por emplear la narrativa maniquea de Polibio para habilitar nuevos escenarios analíticos.
El capítulo 5, “A Tragic King”, se explora el empleo de las connotaciones trágicas por Polibio en la representación de los últimos años de Filipo V (183-179 a.C). Nicholson estudia detalladamente el empleo del lenguaje y estructuras trágicas en Polibio, características propias de la escritura helenística pero matizada bajo los criterios del escritor griego. De este modo, Polibio toma distancia con otros historiadores que usaron el lenguaje y las estructuras propias del género trágico, como Filarco: “Polybius was not opposed to the use of tragic features within historiography; it was only when the inclusion of such features was excessive and caused a distortion of the truth or failed to recognize and point out the ever-important didactic feature of cause and effect, that he took issue” (p.258-259).
El último capítulo, “Woven History, Woven Lives”, examina el uso que Polibio otorga al medio biográfico o “proto-biographical” (p. 274). Para ello, Nicholson presenta de forma breve y efectiva algunos casos de estudio que permiten cotejar información con Filipo V: Filipo II, Alejandro Magno, Tolomeo IV, Antíoco III, Perseo, Eumenes II y Aníbal. La comparativa arroja dos conclusiones. Por un lado, Polibio articula su obra con una mirada general (se emplea de forma mayoritaria el término “universal”), capacitando al lector para “understand how the whole oikoumene, as well as all its constituent parts, got to the state of being dominated by Rome” (p. 267). Por otro lado, la escritora argumenta que los elementos compartidos por diversos monarcas en las Historias de Polibio evidencian que Filipo V fue parte de un discurso más amplio sobre la degeneración de las monarquías.
En definitiva, el trabajo de Emma Nicholson plantea que Polibio articuló la imagen de Filipo V desde el joven virtuoso hasta el tiránico villano. Una imagen de progresiva degeneración que sirvió a los intereses políticos, didáctico-moralizantes y narrativos de las Historiae: advertencia moral pragmática (Pol. 6.5.2.), hechos históricos relevantes (Pol. 9.1.4), y la justificación del ascenso dominador romano para el orbe griego (Pol. 1.1.5). En opinión de quien aquí escribe, la monografía de Nicholson es detallada en el tratamiento de fuentes antiguas y modernas, clara en la exposición argumental, amena en su redacción y convincente en buena parte de sus líneas argumentales. Con todo, la mayor contribución de Nicholson es su valentía en desmitificar a Polibio, evidenciando que, como cualquier otra fuente clásica, cometió arbitrariedades que acaban por justificar más los intereses particulares del autor que la realidad histórica de lo narrado.
Christian San José Campos
Università Cattolica del Sacro Cuore / Universidad de Alcalá
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