ISSN: 0210-1696
DOI: https://doi.org/10.14201/scero.31527

EL POTENCIAL CREATIVO EN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

The Creative Potential in People with Intellectual Disabilities

Esther VELA LLAURADÓ

Universidad Francisco de Vitoria. España

esther.vela@ufv.es

https://orcid.org/0000-0001-5351-4724

Paula DEL CASTILLO LORITE

Universidad Francisco de Vitoria. España

pauladcl17@gmail.com

https://orcid.org/0009-0003-8680-2628

Recepción: 26 de junio de 2023

Aceptación: 29 de febrero de 2024

RESUMEN: La creatividad es importante en la vida del ser humano porque nos permite crear nuevas ideas y puntos de vista diferentes. Para las personas con discapacidad intelectual, la creatividad es una herramienta muy valiosa que estimula su pensamiento divergente, fomenta la autoestima y les ayuda a desarrollar habilidades comunicativas y sociales, lo que les permitirá tener una mejor integración en la sociedad. El presente trabajo tiene como objetivo analizar el potencial creativo en personas con discapacidad intelectual entre 17 y 27 años y compararlo con personas sin discapacidad intelectual. El diseño de esta investigación pertenece al paradigma cuantitativo de tipo ex post-facto. La muestra está compuesta por un total de 84 participantes con y sin discapacidad intelectual, a los cuales se les ha administrado una adaptación del Test Torrance (1974), que nos permite medir la creatividad a partir de 4 dimensiones: fluidez, originalidad, flexibilidad y elaboración. Los resultados nos indican que las personas sin discapacidad intelectual tienen mayor potencial creativo, lo que nos permite concluir en la necesidad de favorecer el desarrollo de esta capacidad en el ámbito educativo, siendo uno de los aspectos que debe estar presente en las intervenciones con este colectivo.

PALABRAS CLAVE: Creatividad; discapacidad intelectual; originalidad; flexibilidad; elaboración; fluidez.

ABSTRACT: Creativity is important in the life of the human being because it allows us to create new ideas and different points of view. For people with intellectual disabilities, creativity is a very valuable tool that stimulates divergent thinking, promotes self-esteem and helps them develop communication and social skills, which will allow them to better integrate into society. This paper aims to analyze the creative potential in people with intellectual disabilities between 17 and 27 years old and compare it with people without intellectual disabilities. The design of this research belongs to the ex post facto quantitative paradigm. The sample is made up of a total of 84 participants with and without intellectual disabilities, who have been administered an adaptation of the Torrance Test (1974), which allows us to measure creativity based on 4 dimensions: fluency, originality, flexibility and elaboration. The results indicate that people without intellectual disabilities have greater creative potential, which allows us to conclude on the need to promote the development of this capacity in the educational field, being one of the aspects that must be present in the interventions of people with intellectual disabilities.

KEYWORDS: Creativity; intellectual disability; originality; flexibility; elaboration; fluency.

1. Introducción

La creatividad es un tema que ha suscitado un importante interés dentro del ámbito educativo puesto que se asume como un aspecto que permite a la persona adaptarse a la gran cantidad de situaciones imprevistas que suceden en la sociedad actual. Tal y como afirman De la Torre y Violant (2006), “el siglo XXI está llamado a ser el siglo de la creatividad, no por conveniencia de unos cuantos, sino por exigencia de encontrar ideas y soluciones nuevas a muchos problemas que se plantean en una sociedad de cambios acelerados, adversidades y violencia social” (p. 12).

En este sentido, el informe de la OCDE (2018), en su proyecto de Educación 2030, marca el trabajo que debe guiar a las escuelas en la preparación de los jóvenes para el futuro. Este proyecto educativo identifica tres “competencias transformadoras” que permitirán “abordar la creciente necesidad de los jóvenes de ser innovadores, responsables y conscientes: creación de un nuevo valor, reconciliación de tensiones y dilemas, y asumir la responsabilidad” (p. 5), para lo cual será imprescindible el desarrollo de un pensamiento creativo, entre otros aspectos.

Este pensamiento creativo le permite a la persona no solo ofrecer soluciones innovadoras, sino que supone una nueva forma de pensar y actuar sobre una realidad (Lubart, 2018). Tal y como afirma Torrance (1966), el pensamiento creativo agrupa las características de originalidad, elaboración, flexibilidad y fluidez, lo que supone poner en marcha una actividad cognitiva particular.

La escuela se convierte en el mejor contexto para favorecer esta capacidad creativa entre los estudiantes (Judkins, 2016; Robinson y Aronica, 2016), ya que es uno de los entornos que influye de manera más significativa en su desarrollo (Nakano y Weschler, 2018; Renzulli, 2017). Tiene, además, que comprometerse a proporcionar una educación de calidad donde “se fomente la creatividad y el conocimiento, asegurando la adquisición de competencias” (Unesco, 2015, p. 17).

Si la escuela es uno de los entornos más favorecedores para el desarrollo de la creatividad, el docente se convierte en pieza fundamental de este proceso. Por lo tanto, es necesario que promueva un clima donde se ofrezcan oportunidades para la expresión y el pensamiento creativo (Carvalho et al., 2021).

Por todo lo comentado, es imprescindible que todos los alumnos tengan la oportunidad de desarrollar su creatividad para su crecimiento personal y social, incluso cuando presentan mayores dificultades de aprendizaje, como es el caso de las personas con discapacidad intelectual.

En este sentido, son varios los estudios que han analizado los resultados de diferentes proyectos creativos aplicados a las personas con discapacidad intelectual que han tenido resultados positivos en su aprendizaje (Sánchez y Mesas, 2017; Saridaki y Meimaris, 2018), favoreciendo, además, que las propias personas implicadas en el proyecto también desarrollen estrategias creativas para aplicar en su día a día.

Por todo lo comentado anteriormente, la pregunta que guiará nuestra investigación y que nos permitirá seguir ahondando en esta línea temática es: ¿Existen diferencias en el potencial creativo de las personas con y sin discapacidad intelectual?

Para poder dar respuesta a esta pregunta se plantea como objetivo general de la investigación conocer el potencial creativo que tienen los jóvenes con discapacidad intelectual, que se concretará posteriormente en una serie de objetivos específicos:

- Identificar el índice de creatividad general y de cada una de las dimensiones (flexibilidad, originalidad, elaboración y fluidez) de las personas con discapacidad intelectual.

- Realizar una comparativa de la creatividad general y de cada una de las dimensiones (flexibilidad, originalidad, elaboración y fluidez), entre personas con y sin discapacidad intelectual.

2. Metodología

2.1. Diseño de investigación

El diseño de investigación pertenece al paradigma cuantitativo de tipo ex post-facto, ya que no existe manipulación de las variables de estudio. Además, se trata de un estudio descriptivo y comparativo, puesto que se realizará un contraste entre los dos grupos seleccionados para esta investigación (personas con y sin discapacidad).

2.2. Variables

En esta investigación se trabajará bajo dos tipos de variables, una dependiente y otra independiente.

Se abordará como variable dependiente del estudio la creatividad, la cual está compuesta por cuatro dimensiones: originalidad (capacidad de crear algo nuevo y diferente), flexibilidad (capacidad de pensar en varias soluciones posibles y ser flexible en la forma en que se aborda un problema), elaboración (capacidad de expandir y desarrollar ideas en detalle) y fluidez (generar cantidad de ideas de manera más rápida y sin esfuerzo).

Por otro lado, la variable independiente hace referencia a si existe o no un diagnóstico de discapacidad intelectual.

2.3. Participantes

El muestreo realizado en esta investigación fue de tipo no probabilístico e incidental, es decir, se seleccionó por accesibilidad a la muestra para poder acceder a personas que tuvieran una discapacidad intelectual, así como personas sin discapacidad intelectual, pero que compartiesen condiciones como el centro de estudios o la edad.

Teniendo en cuenta la muestra de personas con discapacidad intelectual que han participado, podemos destacar que predomina el género femenino (60.46 %) respecto al masculino (39.53 %); con edades comprendidas entre los 19 y 27 años, y que cursan sus estudios en un programa especial de una universidad, de manera específica, en los itinerarios de Administración (58.13 %), frente al de Educación Infantil (41.86 %).

Por otro lado, dentro de la muestra de personas sin discapacidad intelectual, podemos destacar que está bastante equilibrada con un 48.78 % de participación femenina, un 48.78 % de participación masculina y un 2.43 % no especifica. Estos jóvenes se encuentran en un rango de edad entre 16 y 24 años. Todos ellos también cursan estudios dentro del ámbito universitario en diferentes formaciones, principalmente estudios como Técnico de Atención a Personas en Situación de dependencia (20.23 %), frente a otras formaciones como el grado de Educación Infantil (7.14 %) o el grado universitario de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (3.57 %), entre otros.

2.4. Instrumento de la investigación

El instrumento que se ha utilizado para llevar a cabo en esta investigación es la adaptación del Test de Pensamiento Creativo de Torrance (1974). Se trata de un test muy utilizado dentro del ámbito español para la medición de la creatividad, aunque poco estudiado en el ámbito de la discapacidad. A pesar de ello, los estudios realizados con este test muestran altos índices de consistencia interna en una muestra estudiantil de infantil y primaria (Prieto et al., 2003), así como en estudiantes de secundaria (Méndez-Martínez y Fernández-Río, 2019). Esta prueba valora el proceso creativo y las aptitudes específicas que lo definen (López, 2021), compuesta por diferentes pruebas que nos permiten medir las cuatro dimensiones de la creatividad (originalidad, flexibilidad, elaboración y fluidez):

1. Figuras incompletas (Adaptación de las Figuras Incompletas de Torrance): el sujeto debe elaborar una ilustración poco común o diferente con cada figura que le ofrece… proponiendo ideas en las que nadie más haya pensado.

2. Cuadrados y círculos (Adaptación de las tareas de círculos): el sujeto debe realizar un dibujo en cada uno de los cuadrados y círculos, semejante al anterior, pero esta tiene más estímulos a partir de los cuales han de crear el máximo de ideas diferentes.

3. Producción divergente (oral o escrita): consiste en escribir o verbalizar toda la cantidad de información sobre el tema en concreto que se ofrece.

A este test de creatividad se le han incorporado dos secciones distintas. La primera proporciona información destinada a los participantes, donde se expone el propósito de la investigación, se garantizan sus derechos como colaboradores y se presenta el formulario de consentimiento informado que deben aceptar antes de completar el cuestionario. La segunda sección aborda información sociodemográfica en relación con la persona que responde al cuestionario.

La corrección de la prueba debe hacerse por tres jueces, quienes asignarán una puntuación en cada una de las dimensiones de la creatividad en función de las pruebas corregidas. La puntuación global es la suma de las medias de las calificaciones de estas cuatro dimensiones, dividida entre el número de factores. El rendimiento en creatividad será más alto cuanto más se aproxime al número 10:

• Creatividad alta: 10-7.5.

• Creatividad media-alta: 7.5-5.

• Creatividad media-baja: 5-2.5.

• Creatividad baja: 2.5-0.

Los participantes cuentan con un total de 45 minutos para cumplimentar la prueba. En este caso, se hizo una adaptación de tiempo para las personas con discapacidad intelectual, ofreciendo dos minutos extra en cada una de las pruebas. Antes de iniciar la prueba, se ofrecía una explicación y, en el caso del grupo de personas con discapacidad intelectual, se mostraba un ejemplo de lo que tenían que hacer para asegurarnos de que lo habían comprendido.

2.5. Procedimiento

Para la selección del instrumento, realizamos una revisión exhaustiva de diversos cuestionarios destinados a evaluar la creatividad, entre los cuales se incluyen el Test de CREA (Corbalán et al., 2015), que mide la creatividad como constructo general; la adaptación del Test de Torrance (Torrance, 1974), que mide la creatividad a partir de 4 dimensiones (fluidez, originalidad, flexibilidad y elaboración); el Creative Achievement Test (Carson et al., 2005), que mide la creatividad teniendo en cuenta 10 dominios (artes visuales, música, danza, diseño de arquitectura, escritura creativa, humor, invenciones, descubrimiento científico, teatro/cine y artes culinarias); el Test de Uso Inusual (Guilford, 1960), que mide la capacidad del pensamiento creativo o como lo llaman en el test “flexibilidad espontánea”; y el Test de Asociaciones Remotas (Mednick y Mednick, 1967), que mide el pensamiento creativo. Tras llevar a cabo un análisis de las variables que mide cada uno de los test, así como el modo como se miden estas variables, se decidió finalmente emplear la adaptación del Test de Torrance (1974) por dos razones fundamentales. En primer lugar, este instrumento posibilita la medición de diversas dimensiones de la creatividad de manera muy clara, dividiendo esta creatividad en 4 dimensiones, mientras que el resto de cuestionarios miden la creatividad como constructo general o solo una parte de ella. En segundo lugar, la decisión también tuvo que ver en cómo se miden esas variables valorando la capacidad cognitiva de la muestra de estudio; en este sentido, si los requisitos cognitivos exigidos para completar el test seleccionado eran más adecuados para individuos con discapacidad intelectual, garantizando así una comprensión apropiada de las instrucciones por parte de los participantes.

El primer paso fue la búsqueda de la muestra de jóvenes en un rango de edad de 17 a 27 años. El acceso a la muestra de personas con discapacidad intelectual se realizó a través de la Universidad Francisco de Vitoria, centro que acoge el Programa AVANZA, destinado a personas con discapacidad intelectual que estudian en un entorno universitario. Por otro lado, la muestra de personas sin discapacidad se ha recogido del mismo centro universitario, entre estudiantes de diferentes grados.

La aplicación del Test Torrance se realizó de manera presencial; al comenzarlo se procedió a explicar a los participantes el objetivo de la investigación haciendo hincapié en la importancia de la cumplimentación de todas las normas para la realización correcta del test recordando que sería anónimo y confidencial. Todos los datos fueron recogidos entre marzo y abril del 2023; una vez corregidos todos los cuestionarios se procedió al análisis de datos.

2.6. Análisis de los datos

Para llevar a cabo esta investigación se han realizado análisis descriptivos de las variables de estudio en relación a la muestra. Por otro lado, para poder realizar la comparativa entre los dos grupos de la muestra, se calculará la bondad de ajuste de las variables a la distribución normal mediante la prueba Kolgomorov-Smirnov, la cual nos indicará si la muestra tiene una distribución normal, tras lo cual se aplicará la prueba T de Student (si hay normalidad) o U de Mann Whitney (si no hay normalidad). Todos los análisis se han realizado a través del programa estadístico SPSS 29.0

3. Resultados

En este apartado se mostrarán los resultados obtenidos tras la recogida y el análisis de los datos. En primer lugar, se ha calculado el índice de consistencia interna del instrumento con la muestra de estudio, mostrando un índice de fiabilidad alto (.93).

A continuación, se explicarán los análisis descriptivos realizados teniendo en cuenta los objetivos planteados para la investigación. En este sentido, la Figura 1 muestra los resultados del primero de los objetivos, que pretende identificar el índice de creatividad general y de cada una de las dimensiones (flexibilidad, originalidad, elaboración y fluidez) de las personas con discapacidad intelectual.

FIGURA 1. Índices de creatividad general de la muestra con discapacidad intelectual

Tal y como podemos observar en la Figura 1, más de la mitad de las personas con discapacidad intelectual presentan un índice de creatividad medio-bajo (55.8 %), seguido de un índice bajo (27.9 %). Por otro lado, observamos que un porcentaje muy reducido tiene un índice de creatividad alto (2.3 %).

En la Figura 2, podemos observar las medias obtenidas en cada una de las dimensiones que componen la creatividad. Estos datos nos permiten visualizar que las puntuaciones de todas las dimensiones se encuentran por debajo de la media puntuándose en una escala del 1 al 10. Se puede destacar la fluidez, relacionada con la cantidad de ideas, como la dimensión en la que se ha obtenido la puntuación más alta. Por el contrario, la puntuación más baja se obtiene en la dimensión de la flexibilidad, la cual está vinculada con la capacidad para producir ideas que sean diferentes entre sí.

FIGURA 2. Medias de las dimensiones de la creatividad en personas con discapacidad intelectual

Para abordar el segundo de los objetivos de la investigación, que pretende hacer una comparativa entre personas con y sin discapacidad, se realiza, en primer lugar, la prueba de normalidad (Kolgomorov Smirnov), la cual nos indica que debemos utilizar pruebas paramétricas en las dimensiones de fluidez, elaboración y en la creatividad general (p > .05); y no paramétricas, en las dimensiones de flexibilidad y originalidad (p < .05).

En la Tabla 1 podemos ver los datos obtenidos en cada una de las dimensiones, así como en la creatividad total. Estos datos nos indican que existen diferencias estadísticamente significativas (p < .05) entre las personas que presentan una discapacidad intelectual y sin ella, en cada una de las dimensiones y en la creatividad total.

TABLA 1. Análisis descriptivos e inferenciales de la variable de la creatividad y sus dimensiones en personas con y sin discapacidad intelectual

Dimensiones

Discapacidad intelectual

N

Media

Desviación típica

p

Tamaño del efecto

Fluidez

43

4.08

1.54

.004

.597

No

41

4.98

1.46

Flexibilidad

43

2.74

1.28

.004

143.50

No

41

5.10

1.91

Originalidad

43

3.58

1.85

.001

195.40

No

41

5.75

1.76

Elaboración

43

3.55

1.96

.001

1.097

No

41

5.71

1.97

Creatividad total

43

3.49

1.46

.001

1.229

No

41

5.41

1.65

Nota: Para el cálculo de la diferencia de medias entre grupos y tamaño del efecto, se ha utilizado T de Student y d de Cohen para las dimensiones que cumplen con la normalidad y U de Mann Whitney y probabilidad de superioridad (PS) para aquellas que no lo hacen (flexibilidad y originalidad).

Las personas sin discapacidad intelectual presentan puntuaciones superiores en todos los casos, destacando la originalidad como aquella en la que han obtenido la puntuación más alta (5.75), y que hace referencia a la capacidad para producir ideas que no son familiares. Por otro lado, la flexibilidad es la dimensión donde se ha encontrado una diferencia más significativa entre las puntuaciones de esta muestra (5.10) y las de las personas que presentan una discapacidad intelectual (2.74).

4. Conclusiones y discusión

El objetivo principal de esta investigación estaba centrado en conocer el potencial creativo de los jóvenes con discapacidad intelectual, el cual hemos desglosado en dos objetivos específicos. Por un lado, identificar el índice de creatividad general de las personas con discapacidad intelectual, así como las puntuaciones de cada una de las dimensiones que la componen (flexibilidad, originalidad, elaboración y fluidez). Por otro lado, para cumplir con el segundo de los objetivos de la investigación, se han comparado estos datos con los de jóvenes que no tienen una discapacidad intelectual.

Respecto al primero de los objetivos específicos, cabe destacar que los jóvenes con discapacidad intelectual han presentado niveles bajos y medio-bajos de creatividad. De manera más específica, se han obtenido puntuaciones por debajo de la media en todas las dimensiones de la creatividad, destacando la fluidez como aquella en donde los resultados han sido más favorables. Por otro lado, en relación al segundo de los objetivos planteados en esta investigación, se ha podido comprobar que los niveles de creatividad entre personas con y sin discapacidad intelectual son superiores en el segundo de los casos y que estas diferencias que se presentan entre ambos grupos son estadísticamente significativas.

Considerando que la creatividad se conceptualiza como una habilidad crucial para abordar los desafíos inherentes a la vida cotidiana (Dogan et al., 2020; Murcia et al., 2020), y que conlleva beneficios significativos para el progreso social, emocional y cognitivo (Talavera et al., 2015), los hallazgos derivados de la presente investigación, que revelan niveles notablemente bajos de creatividad en individuos con discapacidad intelectual, sugieren que dicha población enfrentará limitadas oportunidades para el desarrollo personal y para integrarse de manera efectiva en la vida social.

A pesar de que son varios los estudios que informan de una correlación significativa entre inteligencia y creatividad (Rana y Ahmad, 2021; Verma y Maniktala, 2017), la inteligencia es necesaria pero no suficiente para la cognición creativa (Karwowski et al., 2016).

Esta afirmación se encuentra intrínsecamente relacionada con la perspectiva de que la creatividad no es exclusivamente un atributo innato, sino que puede cultivarse (Csikszentmihalyi, 1998). Como señala Vigotsky (2011, p. 14), la creatividad “puede ser desarrollada por cualquier persona. Necesita ser practicada, es decir, debe generar resultados (ya sean pensamientos, acciones y/o productos) que la evidencien”. En consecuencia, adquiere relevancia el papel desempeñado por los centros educativos en el fomento de esta habilidad, dado que constituye un espacio propicio para su desarrollo.

Asimismo, según lo mencionado por Chávez (2021) en su estudio titulado “Estrategias para la estimulación del pensamiento crítico en estudiantes con discapacidad intelectual”, diversos autores han formulado estrategias eficaces para cultivar la creatividad en individuos con discapacidad intelectual, logrando resultados positivos. Este hecho queda respaldado por las investigaciones de Alonso (2016), Gindrich y Ka (2015), Cárdenas et al. (2017), Masunah (2016) y Wong (2021).

Por ello, es importante poder aplicar este tipo de estrategias para trabajar desde la escuela en el desarrollo de esta capacidad, que permitirá que las personas con discapacidad intelectual sean capaces de adaptarse mejor a los cambios sociales, culturales y tecnológicos a través de una mirada más flexible (Mampaso y Carrascal, 2020), disponiendo de una herramienta que les permita abordar y solucionar situaciones con mayor facilidad (Mampaso et al., 2022).

Pero, tal y como indica Giúdice (2013), el entorno también puede influir en el desarrollo de la creatividad y, por ello, “el estudio de las condiciones del entorno como favorecedor del desarrollo de la creatividad permitirá conocer los recursos psicológicos individuales de los jóvenes para resolver situaciones y adaptarse al ambiente y las condiciones del contexto para promover la integración social” (p. 100). Por ello, debemos valorar todos los aspectos, tanto intrínsecos como extrínsecos, que puedan favorecer el desarrollo de esta habilidad en la persona con discapacidad.

4.1. Limitaciones y prospectiva

Una de las principales limitaciones con las que nos hemos encontrado en la realización de la investigación ha sido la inexistencia de herramientas que evalúen la creatividad y que estén adaptadas para personas con discapacidad intelectual. Esto implica que, a pesar de haber realizado adaptaciones de tiempo, y explicaciones ajustadas al nivel comprensivo de la muestra, es posible que haya casos en los que la cumplimentación del cuestionario no haya mostrado datos reales.

Por ello, se propone como prospectiva de este trabajo realizar una adaptación de alguno de los cuestionarios que miden la creatividad para personas con discapacidad intelectual, para poder asegurar que todos los alumnos pueden responder en función de sus capacidades.

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