Del docente reflexivo al docente post-personal

Resumen

La docencia eficaz a menudo guarda relación con la práctica profesional reflexiva. Reflexionar no es solo recordar en los que ha ido bien (o mal) después de clase, también es buscar ejemplos de posibles sesgos en las (re)acciones ante determinadas situaciones y, por supuesto, en las autoevaluaciones de las actividades didácticas. Esto guarda relación con el intento por lograr mayor objetividad en la educación y el hincapié por explicitar la práctica docente y su evaluación.  En La transcendencia del ego, Sartre (2004) expone una teoría en la que el yo «pre-personal» se produce a sí mismo a través de la reflexión. Su producción es inevitable y sin embargo encierra un peligro por cómo entra en conflicto con un estado del ser «pre-reflexivo» más primitivo. Este yo «pre-personal», pilar básico de la conciencia, solo se experimenta en aquellos momentos en los que la persona se encuentra plenamente concentrada en una tarea, de forma consciente, pero sin darse cuenta de ello, sin ser interrumpida por pensamientos o reflexiones que puedan afectar a su estado mental «obnubilado». En un contexto educativo tiene cabida la inmersión total en la tarea que se tiene entre manos y, por ende, lo que Sartre considera el paso del yo «pre-personal» al «producido» resulta pertinente en docencia. Pero también lo es lo que ocurre una vez disipada esa sensación de exposición. Esa concentración total en la tarea de enseñar lleva a lo que podría llamarse un yo «post-personal» y a menudo es en ese momento cuando es posible encontrar momentos de «buena docencia». Sin embargo, esta inclinación hacia las acciones reflexivas puede interrumpir el transcurso de estos acontecimientos inmersivos, algo peligroso por dos razones. En primer lugar, encasilla la docencia en una «temporalidad» concreta que no permite enseñar en el momento actual. En segundo lugar, no tiene en cuenta todo lo que implica la experiencia docente. Este artículo pretende describir el espacio y el valor de dichas formas de suspensión y poner en tela de juicio la forma excesivamente sometida a indicadores en la que se espera que los profesores reflexionen.
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