ISSN: 1130-2887 - e-ISSN: 2340-4396

Flávia Biroli, Juan Marco Vaggione y Maria das Dores Campos Machado (2020). Gênero, neoconservadorismo e democracia: disputas e retrocessos na América Latina. 224 págs. São Paulo: Boitempo Editorial. ISBN: 9786557170168.

Publicado en 2020, Gênero, neoconservadorismo e democracia está compuesto por tres capítulos que tratan sobre el ascenso conservador en América Latina a partir de 2010, con la destitución de gobiernos progresistas en la región. En este contexto, los movimientos sociales y las reivindicaciones relacionadas con la diversidad de género y sexualidad fueron ubicados como enemigos políticos, a través de discursos que separaban a «Nosotros», defensores de los valores familiares, de «Ellos», los oponentes.

Para el análisis, las autoras examinan los eventos políticos que marcaron la región, desde la destitución de Fernando Lugo (Paraguay, 2012) y Dilma Rousseff (Brasil, 2016) hasta el golpe contra Evo Morales (Bolivia, 2019), además de las elecciones de Pedro Pablo Kuczynski (Perú, 2016), Sebastián Piñera (Chile, 2010; 2018) y Jair Bolsonaro (Brasil, 2018), y también agregamos la de Mauricio Macri (Argentina, 2015). Este panorama demuestra que las posibilidades de actuación de los movimientos de centro-izquierda se han vuelto cada vez más limitadas después de la conquista del aparato estatal por las nuevas derechas.

El objetivo del libro es promover un análisis de las configuraciones del conservadurismo religioso y los conflictos en torno a las agendas de igualdad de género y diversidad sexual, desde una perspectiva democrática. El argumento es que la forma actual en que se presenta el conservadurismo latinoamericano está directamente relacionada con los avances de los movimientos feministas y LGTBIQA+, lo que ha generado una coalición entre grupos religiosos (principalmente cristianos) y sectores de derecha –no necesariamente religiosos– en torno a una amenazada concepción tradicional de familia.

En este caso, se plantea la posibilidad de una convergencia y diálogo en el ámbito político entre los sectores religiosos y las élites financieras conservadoras. La aspiración sería fortalecer la institución familiar y promover un retorno a los roles de género específicos para las mujeres, así como la histórica responsabilidad por el cuidado. Estas ideas se basarían en narrativas opuestas a lo que llaman de «ideología de género», y buscarían consolidar la posición económica de la institución matrimonial tradicional (cis)heteronormativa. En resumen, la solución propuesta ante lo que consideran una crisis moral sería impulsar los valores cristianos a través de políticas «pro-vida» y «pro-familia».

A este movimiento de la extrema derecha que supuestamente homogeneiza diferentes actores y argumentos, se llamará «familismo». El fenómeno es de movilización de recursos provenientes de una moral de sectores religiosos con fines no religiosos para la regulación de la sexualidad y la reproducción. De esta manera, el neoliberalismo y el neoconservadurismo operarían conjuntamente en momentos de intensificación de los conflictos relacionados con las disparidades de género, cuando la crisis en las relaciones de cuidado se vuelve más evidente.

Son tres las categorías movilizadas: neoconservadurismo, género y juridificación. El término neoconservadurismo destaca las alianzas y afinidades entre diferentes sectores, revelando la marcada dimensión de juridificación de la moralidad. Además, el neoconservadurismo se manifiesta en contextos democráticos y tiene un carácter transnacional. En ese sentido, la concepción progresista de género es denunciada por los movimientos autoritarios como herramienta de desestabilización de los valores tradicionales.

Ya la juridificación enfatiza la relación entre religión y política en el campo jurídico y el rediseño de las normas jurídicas y del Estado. Como se observa en los casos de la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, y del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, el lawfare, o sea, las dinámicas procesales del campo jurídico han desempeñado un papel crucial en las disputas políticas, contribuyendo a la erosión de la democracia.

Estos procesos demuestran una desdemocratización en los movimientos políticos y sociales de extrema derecha, que son contrarios a la pluralidad y la igualdad y que ignoran sistemáticamente los tratados internacionales en la promoción de los derechos de la población. Así, el problema es la actualización del conservadurismo religioso en un momento de declive del catolicismo y la expansión del pentecostalismo en América Latina, que se desarrolla en una época marcada por los avances en los derechos sexuales y reproductivos de la población LGTBIQA+.

Destacamos, por último que el libro promueve reflexiones fructíferas sobre la intersección de religión, derechos y democracia para delinear una perspectiva crítica de la historia contemporánea, demostrando el retorno de la centralidad familiar en los discursos –como mecanismo de seguridad intrínsecamente ligado a la perpetuación y reproducción de las desigualdades. Contribuyendo con una agenda de investigación inter y transdisciplinaria, comparativa y transnacional, orientada a comprender el avance neoconservador y sus implicaciones para el sistema democrático en Latinoamérica.

Jéssica Mayara De Melo Rivetti

Universidad de São Paulo/Universidad de Granada