Gala Rocabert Navarro y Anna-Lina Mattar (2021). En el ombligo. Diarios de guerra y paz en Colombia. 197 págs. Barcelona: Penguin Random House. ISBN: 978-84-18347-47-4.

Colombia encara su segundo proceso electoral tanto en el terreno legislativo como en el presidencial tras la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. Unos comicios que toman el pulso a una sociedad en la que los momentos más duros del conflicto parecen disolverse en el olvido, mientras otros de diferente escala y sentido continúan tenazmente. Unas elecciones que permiten la presencia de la antigua guerrilla en el marco institucional por las cuotas establecidas en los acuerdos, pero que no ratifican el expreso apoyo popular a los Comunes, que es el nombre de la formación política que quiso dejar el territorio por el escritorio. Posiblemente la vieja rutina colombiana del abstencionismo tenga la culpa, pero la realidad es dura y los tercos datos del escaso puñado de miles de votos reunidos en las elecciones legislativas de marzo de 2022 alertan a quienes dejaron las armas que el tiempo pasa y que sus proyectos de cambio se desvanecen, así como su capacidad de incidir en la política nacional.

Puesto que en las próximas elecciones de 2026 ya no habrá un magro espacio institucional prestablecido, entonces la continuidad del proyecto político, que tan molesto resulta para la derecha como para la izquierda canónica, requerirá de unos resultados que hoy parecen cada vez más lejanos. La necesidad de llevar a cabo un trabajo político en el ámbito territorial, en un país en el que aparentemente todo está centralizado en Bogotá, que no se ha hecho en el tiempo recién transcurrido resulta una necesidad perentoria. Sin embargo, ello requeriría de
un cambio profundo urdido sobre la base del conocimiento de la situación y de las artes
de la componenda política.

Las ciencias sociales constituyen un entramado de saberes mínimamente articulados que buscan el conocimiento de lo que acontece por su pura comprensión o por el deseo de su transformación con independencia de la dirección tomada. El hecho de abordar un ámbito concreto que afecta a la vida de la gente y de moverse de acuerdo con valores y expectativas humanas da a su tarea un componente de notable complejidad. Quienes las practican son agentes de todo ello. Es el caso de Rocabert Navarro y Mattar, sociólogas formadas en la Universidad de Barcelona que, en el presente libro, como reza su título, abordan el estudio de la guerra y la paz en Colombia, para ello las autoras se sitúan en el interior de uno de los conflictos más longevos de los tiempos presentes de la humanidad, su ombligo, en el momento de la dejación de armas de uno de sus actores más significativos. Ellas viven y se incardinan a lo largo de dos años en lo que acontece en un lugar especialmente relevante, Fonseca (La Guajira), integrado por tres corregimientos y once veredas con una estratégica posición fronteriza con Venezuela que hace de él un corredor para múltiples actores en el que «la presencia estatal se reduce al ejército y a la policía» (p. 46).

Su perspectiva es la de la acción participativa que se da según va transcurriendo el tiempo y se incorporaran distintos hitos que maduran en su interior. Desde ella ejercen su tarea de reflexión y de análisis sobre la base de la observación, de reuniones y de entrevistas, pero desde la que también quieren desarrollar propuestas activas que transformen lo que viven una vez superado el enfado de las propuestas «desarticuladas y descontextualizadas» (p. 71) que, con poca sensibilidad y sin empatía alguna, ven llegar por doquier.

Además, su aproximación incorpora formalmente el formato en clave de diario con el
del diseño gráfico. El libro integra así dos niveles perfectamente complementarios. En
el primero existe una clara introspección en torno a la descripción del acontecer del día a día dando cabida a las emociones, al choque cultural (p. 146) y también a la mimetización con lo que se vive («no tengo espacio para mis problemas», p. 181). En el segundo, se lleva a cabo la presentación de diferentes tipos humanos con sus historias de vida, así como escenas de la cotidianeidad mediante la expresividad de viñetas que dan soporte a un relato paralelo. Ambos confieren al volumen una fuerza enorme que explica la concesión de la XIV edición del Premio Internacional FNAC-Salamandra Graphic 2021.

Otro de los aspectos sobresalientes del libro es la claridad con la que desmenuza las rutinas de cada día que definen la mística vital de la solidaridad, del valor de lo colectivo, pero también del desarraigo y del papel que desempeña la jerarquía marcada. El sentido de las reuniones grupales, las críticas y autocríticas; pero también de la estética, la presencia natural de la muerte, el conocimiento en mayor medida de la guerra que de la paz. Pero todo ello se ve sometido a un cambio drástico cuando avanzan las transformaciones recogidas en los acuerdos. Si bien el momento estelar es el abandono de las armas, la intrahistoria refiere a la decepción que sigue y a la circunstancia de que el orden militar que era el elemento cohesionador se haya visto sustituido «por los recuerdos» (p. 133) o al reencuentro con las familias y con el territorio original de quienes todo lo dejaron por asaltar los cielos. El cierre del libro en su recta final no puede ser más explícito y es un notable resumen parcial de lo acontecido en Colombia: «Es difícil contener el individualismo y fortalecer el espíritu comunitario cuando de un día para otro todo lo que alimentaba la vida comunitaria se va desvaneciendo y solo queda su recuerdo. La misma dinámica de la reincorporación: reuniones, formaciones, reencuentros, enfermedades…» (p. 182).

Manuel Alcántara Sáez

Universidad de Salamanca