AMÉRICALATINAHOY

ISSN: 1130-2887 - eISSN: 2340-4396

DOI: https://doi.org/10.14201/alh.

año 2021

agosto

vol 88

153

DOI 23659

Manuel Alcántara Sáez y Porfirio Cardona-Restrepo (coords.) (2020). Los dilemas de la representación democrática. 408 págs. Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana y Tirant lo Blanch. ISBN: 9788413557588.

Abordar los dilemas de la representación democrática es una pregunta por el sentido de la cuestión soberana en el siglo XXI; en un contexto de pandemia (2020), de desconfianza en las instituciones políticas, de la brecha existente entre gobernantes y gobernados, el «no me representa» se repite continuamente en toda la región latinoamericana. Sabemos que los procesos de independencia de los Estados hispanoamericanos se vivieron en el tiempo histórico de la revolución de Occidente, la que se inspiró en las ideas de la Ilustración y en la revolución industrial y política de los siglos XVIII y XIX, en los que el cambio en la representación soberana fue fundamental para formar las nuevas repúblicas e independizarlas del imperio colonial. En los años noventa las constituciones de los Estados latinoamericanos abogaban por un régimen político democrático que reconociera la soberanía popular, los valores de la democracia y, por lo tanto, la garantía y goce de los derechos civiles y políticos. En el siglo XXI asistimos a una revolución tecnológica que también tiene impactos en la política, en la democracia y en sus sistemas de representación e institucionalización.

La obra colectiva coordinada por dos distinguidos intelectuales de la ciencia política, Manuel Alcántara Sáez (España) y Porfirio Cardona Restrepo (Colombia), se suma a las contribuciones epistemológicas de la ciencia política en torno a la calidad de la democracia en América Latina. Los autores consideran la representación como el principal indicador de la democracia, rescatando el método hermenéutico filosófico para reflexionar sobre cuestiones contemporáneas de la política latinoamericana.

El libro combina tres perspectivas metodológicas, el debate teórico conceptual sobre la representación con el estudio del área latinoamericana y el estudio de casos nacionales. La interpretación de las prácticas políticas en este texto es pendular: va desde una perspectiva de los clásicos políticos a los teóricos contemporáneos. Los autores abordan así una discusión sobre la representación democrática y las múltiples estrategias de manipulación de masas o de consciencias en el sistema democrático. Resulta innovador en este libro ver cómo se refieren al espacio político desde una dimensión virtual como ágora política donde emergen discursos, emociones, verdad y posverdad en los procesos electorales. En trece capítulos este libro nos lleva a la reflexión teórica sobre la democracia y la representación, pero también sobre asuntos polémicos en la historia de la democracia latinoamericana, tales como el Estado de derecho, los sistemas de partidos, la estrategia electoral, la cuestión de la sucesión de los gobernantes, el activismo político, los movimientos sociales, la financiación de las campañas políticas y la violencia política.

En la primera parte se aborda la teoría sobre la representación política, la democracia y la teoría del Estado. Realizando un análisis teórico, identifican factores de riesgo de la democracia para el siglo XXI como el populismo, la manipulación de la consciencia ciudadana a partir de las emociones y el desarrollo de un nuevo espacio geopolítico: Internet.

En este sentido el primer capítulo, «El estudio de la política en la era digital», ofrece un análisis sobre una nueva era política mediada por el capitalismo, las tecnologías de la información y la comunicación. Para argumentar este nuevo tiempo realiza un análisis historiográfico de la ciencia política latinoamericana desde el siglo XX en cuatro hitos importantes: formación del Estado-nación, liberalismo y nueva sociedad de masas. En este capítulo hay una reflexión transversal sobre el capitalismo y su influencia en la mentalidad política, en la conformación de las instituciones liberales, en los actores de la política y en la producción del espacio político.

En esta primera parte del libro se señalan dos escenarios posibles para la democracia: libertad democrática o tiranía democrática. Los cuales son posibles dependiendo del valor que la sociedad les otorgue a los valores de la democracia, especialmente a la libertad. La libertad solo es posible en la medida en que se liberen los pueblos de los ídolos y para ello es necesario comprender el discurso populista que se legitima en la defensa de los intereses del pueblo. La empatía con algunos sectores de la sociedad se da al comprometerse los gobernantes con cerrar especialmente las brechas sociales, políticas y económicas. El éxito de la representación populista se encuentra en un discurso que emociona y manipula al electorado al representar el descontento social con los gobernantes y desarrollando un campo de identidades con la propuesta populista. El populismo pone en riesgo a las instituciones democráticas porque genera antagonismo, imposibilidad de la cooperación, reemplaza la imparcialidad y previsibilidad de las instituciones y normas con la discrecionalidad e inestabilidad propias de los personalismos.

Los autores y autoras del libro llegan a la conclusión de que la desconfianza en las instituciones es un síntoma de la crisis actual de la democracia, lo cual es el efecto de la política de la mentira generada por los políticos que queriendo ser líderes de opinión manipulan las emociones del electorado. La política de las emociones, la política de la mentira, es hoy el lenguaje de lo político que presenta lo privado como interés público y lo público redunda en la representación de los intereses privados. En esta primera parte del libro se abordan además las salidas a los dilemas de la representación, especialmente desde la teoría del Estado de derecho y de la participación, lo que implica un sistema de normas claro.

La segunda parte del libro presenta un análisis de política comparada de dos áreas geográficas, Europa y América Latina. Partiendo de la comprensión de los sistemas de partidos y la dinámica electoral se analiza la calidad de la democracia.

En el capítulo «El dilema del político en las democracias representativas» se plantean las reglas de juego institucionalizadas en el Estado y el gobierno que condicionan a los políticos. En este capítulo el autor resalta la política de Hugo Chávez en Venezuela, donde el político tuvo la potestad de hacer cambios constitucionales y donde es posible cuestionar el control de poderes que se dio en esta democracia hacia el tránsito a un gobierno socialista desde 1998 hasta la actualidad favoreciendo una crisis de la representación. El autor compara el caso venezolano con otros de América Latina, tales como Argentina, Chile, México, para concluir que desde la década de 1970 se asiste a un liberalismo que ha roto con las reglas institucionales de la democracia.

Otro aspecto relevante de esta segunda parte es el que se aborda en el capítulo «La superposición y especialización ideológica en los sistemas de partidos de América Latina como determinantes de la representación política». La superposición ideológica de los partidos políticos revela el grado de especialización de las agendas partidistas y constituye una dimensión de la competencia electoral que conlleva relaciones de correlación, concurrencia, confrontación y oposición en las democracias. Los autores describen una escala electoral de posiciones estratégicas de los partidos en la que en los extremos se sitúan las ideologías extremas etiquetadas como izquierdas y derechas produciendo un campo intermedio el que se solapan o superponen las ideologías, generándose así una fragmentación de los partidos que afectan la calidad de la representación y la legitimación de estas instituciones políticas. Los autores comparan este proceso en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Colombia para llegar a conclusiones acerca de la competencia electoral, la concentración del poder y la polarización.

En el capítulo 9, «De mandato: ¿accountability societal o estrategia electoral? La cuestión de la sucesión», se analiza un tema denso en los dilemas de la representación, la revocatoria de mandato, una herramienta de democracia directa que impulsa la destitución de algún/os cargo/s ejecutivo/s o legislativo/s por la desconfianza ciudadana en el gobierno de turno, pero que continuamente se convierte en un mecanismo de estrategia electoral de la oposición para derrocar al contrincante y llegar más rápido a unas nuevas elecciones. Un dilema interesante de la representación que se refleja en la revocatoria de mandato es cómo cambia su esencia de lo social hacia lo político-partidario incentivando su uso partidario/electoral y el revanchismo político. Se comparan cinco? casos: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia.

En el capítulo «Regional y heterogeneidad de los electorados partidistas en Europa. Un análisis multinivel de las diferencias intrapartidarias en políticas redistributivas» se hace un llamado a la comparación de muchos países de varias áreas geográficas mundiales para comprender la influencia de la autoridad regional, la descentralización política y el federalismo en la heterogeneidad del electorado de los partidos. En este sentido los poderes locales se constituyen en fuerzas centrífugas que tienen un impacto no solo en la política nacional, sino en la internacional.

En el capítulo «Estructura de activismo político en la América Latina contemporánea: un enfoque de análisis de clases latentes comparado» se hace evidente la importancia de la participación política para la calidad de la representación y de la democracia. Describen cómo cada vez más los mecanismos de participación directa se amplían por el uso de la tecnología en la política y el activismo político local representado en el aumento de las organizaciones sociales, organizaciones políticas y movimientos sociales. La región que consideran para su estudio es América Latina, comparando varios países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y República Dominicana.

Complementariamente, en la tercera parte del libro se presentan dos estudios de caso de máxima similitud (Colombia y México) para analizar la financiación criminal de la política y su impacto en el sistema electoral. En el capítulo «Política y organizaciones criminales. Política y narcotráfico en Colombia 1978-2018» se señala que la democracia en Colombia es adjetivada en el mundo como «democracia asaltada», «democracia sitiada», «democracia asediada» y «democracia mafiosa», destacándose factores fácticos de poder vinculados con distintas formas de criminalidad, grupos antisubversivos y con la insurgencia guerrillera. El Estado colombiano está capturado por un pacto de las organizaciones criminales con partidos políticos, empresarios, círculos de opinión y medios de comunicación. En este caso de estudio nacional se utiliza el término «crimilegal», ampliando el concepto «mercado de gobierno» usado por Patrick Cockayne (2016), para leer las prácticas criminales en la democracia colombiana.

Resaltando los diversos actores de este sistema de acciones criminales en la geopolítica nacional, se abordan las relaciones entre el poder legislativo y el narcotráfico en una línea de tiempo que va desde 1978 al 2018. Allí se puede evidenciar la política «crimilegal» en escenas: 1) Bloqueo a la extradición en el país. 2) La política de sometimiento. 3) Enriquecimiento ilícito. 4) Extinción de dominio. 5) Lavado de activos. 6) Relación entre los congresistas mafiosos con las Fuerzas Armadas y la Policía.

El capítulo que aborda el caso mexicano se titula «En campaña: ¿qué patrones muestran los asesinatos de políticos en México en los comicios de 2018?», adjetivando la democracia mexicana como «democracia violenta» en la que el Estado es disfuncional porque no tiene la capacidad de hacer cumplir la ley o vende protección a los grupos criminales. Los autores identifican la falta de profesionalización burocrática en el poder público local (municipal) como un enclave para establecer el poder criminal de las Bacrim-bandas criminales y su participación en las contiendas electorales.

La obra es una defensa a la democracia partiendo de la comprensión de los dilemas de la representación, sus crisis y sus salidas. Analizar el impacto del mercado en la representación política posibilita hablar de una representación democrática que hace de lo privado un interés público, deteriorando las instituciones del Estado al hacer de lo privado un asunto político. Por eso la salida a los dilemas de la representación democrática son reglas de juego claras hacia el Estado social de derecho.

Carolina María Horta Gaviria

Universidad Pontificia Bolivariana